lunes, 6 de diciembre de 2010

Los Coristas.

Respecto a esta trama, donde podemos observar como primer momento de la historia la implementación de un sistema de enseñanza represivo, castigador y violento por parte del director (Rachin) de un reformatorio para querer disciplinar a los niños allí internados. Y en donde en un segundo momento del relato vemos que un nuevo profesor de música (Mathieu) se percata de la ineficiencia de dicho sistema, observando que sólo logro sembrar rencor y violencia en los internos.  Para finalizar con un cambio inesperado en los niños al lograr formar un coro con ellos, gracias a que la música logro acaparar su atención y así conseguir que sus vidas cambien para siempre. Me hizo relacionar esta película con lo planteado por Bourdieu sobre los intelectuales.

Para entender mejor lo anterior, recordemos que Bourdieu planteo que la consolidación del poder simbólico (arbitrariedad cultural que no es más que manifestaciones culturales que se imponen como objetivas, naturales y evidentes) se da en la escuela, en el arte, la región por mencionar algunos. Llegando a dicha conclusión a partir de que para él, el estado del campo intelectual y la reconstrucción de la historia del mismo, son de lo que dependerá el intelectual para ser o hacer. De esta manera, la función del intelectual, la analizo de dos formas. En los años 60-70 decía que las ciencias debían estudiarse de modo crítico para desarticular la idea de ciencia objetiva pero sin estar al servicio de una causa externa o propia al darse luchas dentro del campo por el monopolio científico. Ya que dentro de este, hay dominantes dominados, pues algunos intelectuales son una fracción dominada de la clase dominante (el caso del director). Ya para los años 80-90, Bourdieu cambia de parecer y considera que los intelectuales deben dar pie a la lucha política para combatir el pensamiento neoliberal y no hacerse los distraídos, y para lograrlo propone que el intelectual “es parte de un campo intelectual autónomo y respeta sus leyes; su producción de conocimiento, elaborada en el universo científico, está comprometida en luchas políticas”[1]. Siendo esto, lo que refleja el personaje de Mathieu. Pues Bourdieu también advierte que el papel de los intelectuales, al poseer un saber universal, estos se centran en la batalla simbólica. Teniendo solo dos caminos: participar en la consolidación de la dominación o empezar a destruir los mitos que legitiman el poder dominante.

Así mismo, la película nos demuestra lo importante que es lograr la vinculación que se debe lograr entre educación y cultura, ya sea desde la literatura, la música y el arte. Para no percibir a la educación como simple relación entre alumno y maestro, sino como un proceso de socialización que permita al hombre ser más humano.







Thelma Amaya Hernández.


[1] Flachsland, Cecilia. “Pierre Bourdieu y el capital simbólico”. Campo de Ideas. Madrid 2003. Pág. 91

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