martes, 7 de diciembre de 2010

Ni uno menos...


Fueron dos los elementos que me parecieron asombrosos en el film “Ni uno menos”; elementos que bien pueden ser distanciados para una crítica formal, sin embargo hacerlo, me parecería un error imperante.

En primer lugar, el tema educativo de la película me parece suficientemente claro y confuso a la vez. Me refiero, justamente, a un sistema educativo envuelto en una tónica modernamente compleja. Asocio a esta complejidad dos cuestiones: la educación rural y los complicados procesos de su desarrollo en función de su posición dentro del marco economicista de la China moderna y del mundo en general; suertes de salón, de mobiliario, de materiales educativos, de métodos de enseñanza, de profesores capacitados, de la herencia de lo aprendido, etc.; y el papel de la niñez dentro de la educación y la necesidad de aproximarse al mundo laboral a costa de enfrentarse a esa modernidad, en tanto que niño-maestro, como niño-alumno. ¿Qué beneficios y problemas puede acarrear el hecho de que un niño trabaje?, pero más importante aún, ¿Qué elementos socio-políticos reflejan este gran problema y qué propuestas o alternativas existen? Ni siquiera tendríamos que hablar de precariedad del trabajo infantil; no encuentro una justificación de ningún tipo para el trabajo infantil en principio; así, no habría obligaciones laborales a los que contratan niños para trabajar. En su lugar deberían proveer de procesos educativos integrales, acordes al contexto, así como generar una mayor participación de los grupos organizados de las mismas sociedades en función de las necesidades locales y nacionales, por eso la integridad.

En este sentido (y en segundo lugar), la caracterización que puede hacer un actor -que no es de profesión- de sí mismo en un contexto crudamente real, me parece sumamente complicado, y los protagonistas, a mi juicio, realizan una excelente interpretación de su propia realidad. Me parece que el equipo de producción de esta película acertó en mostrar una vertiente en la forma de hacer películas al dotar de los mismos nombres de los actores a los personajes, con la intención de mostrar de forma realista la China moderna.

MAU

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