Noticia 1. Periódico Universal. Sección opinión, Articulistas. 25 de septiembre del 2010.
Jorge Javier Romero Vadillo.
Respetable profesor-investigador del departamento de política y cultura de la UAM Xochimilco y articulista de varios años del periódico el Universal, el profesor Jorge Javier Romero demuestra en este artículo su posición férrea en cuanto al problema de la inexistencia de un cambio institucional a nivel nacional.
Gran parte de las personas, en algún momento de la presente situación actual, se ha preguntado sobre la necesidad de un cambio al interior de un sistema político que no ha sabido ser lo suficientemente inclusivo en la toma de decisiones y en juego político. Sin embargo el problema resulta ser ampliamente complejo para poder abordarlo desde distintas directrices. En este caso solamente tomaré dos de ellas.
En primer lugar, “voluntad o buena disposición” al cambio, al que se refiere y niega el profe Vadillo, parecen ser palabras eclesiásticas o de compromiso político. El rumbo de las acciones políticas no ha estado determinado por el interés de la sociedad en general. Y en ese sentido, ¿quién regula y establece las reglas del juego político? Si se supone que los detentores del poder político o nuestros gobernantes son trabajadores de la sociedad, son, en teoría, nuestros empleados y, en todo caso, si esto fuera cierto, la soberanía recae en la nación, entendiendo ésta última como el conjunto de la sociedad; la sociedad por tanto sería la responsable de sentar las bases del cambio institucional. Pero no la sociedad civil, o la sociedad empresarial únicamente, sino el conjunto plural de una opinión pública generalizada.
Por otra parte, si no podemos hablar de disposición entre actores por razones de moral política, pero si podemos hablar de disposición entre actores por intereses, me cuesta trabajo pensar que los políticos no volteen a mirar las ventajas del cambio de régimen, un cambio donde los perdedores, no queden fuera de la arena política y tengas oportunidad de seguir compitiendo en el juego político (el llamado juego de las sillas). El problema principal entonces, y concuerdo con Vadillo, no es el de disposición o voluntad de los actores políticos, sino el de la falta de un consenso generalizado y plural, donde los intereses de todos se vean “garantizados” en la medida en que se tenga oportunidad de continuar en el juego político.
En lo personal, considero que la problemática del cambio institucional es un tema de atención urgente. Desde los actores políticos, en la medida en que se deje a un lado el famoso juego de las sillas musicales, es decir, el perdedor lo pierde todo y el ganador lo gana todo, no hay espacio en el monopolio del poder para los perdedores. Desde la perspectiva de los actores sociales, sus intereses deben resguardarse sobre la base de la competencia, pactos generalizados y la condena de la negociación de la desobediencia.
Mau Alar Flo.
Se que la reflexión era sobre noticia y no sobre artículo de opinión, pero bueno ya la había hecho y pues aquí está.
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