lunes, 8 de noviembre de 2010

Destaca “nivel sin precedente” de la deuda pública, que agravará vulnerabilidades El sistema financiero, talón de Aquiles de la recuperación: FMI prevé efecto desestabilizador en países en desarrollo receptores de capital de corto plazo, como México

 6 / octubre/ 2010
 Según lo emitido por Washington, DC. La crisis mundial  se gestó en el sistema financiero y allí radica el mayor obstáculo para la recuperación de la actividad económica, sostuvo que  hay un agravante: la deuda pública, en especial de las naciones industrializadas, subió a un nivel sin precedente, que amenaza con exacerbar las vulnerabilidades financieras” y esto puede  tener un efecto desestabilizador en países en desarrollo receptores de flujos de capital de corto plazo, como México. Por que el sistema financiero se mantiene como el talón de Aquiles de la recuperación.
En la presentación del Reporte sobre la estabilidad financiera mundial se declaro que ha aumentado la probabilidad de que se produzca una coincidencia adversa de contracción del crédito, desaceleración del crecimiento y debilitamiento de los bancos debido a que,  la confianza en la solidez del sistema financiero no ha sido completamente restaurada, por ende esta es una situación de fragilidad que adquiere mayor dimensión por el aumento en la deuda pública de las naciones avanzadas, que pone de relieve la vulnerabilidad de los bancos, porque son precisamente estas instituciones las acreedoras de las deudas gubernamentales.
En una comparación con nuestro vecino Estados Unidos la deuda pública pasó de un equivalente a 65 por ciento del producto interno bruto (PIB) en 2008 a 90 por ciento en 2010. Se anticipa que llegará a un monto similar a 100 por ciento del PIB en 2012.
 Los países en desarrollo, en cambio, han logrado en estos últimos dos años un mayor desempeño. E incluso, como planteó el reporte difundido, se advierte que la debilidad financiera en el norte y el atractivo representado por el crecimiento esperado en las naciones del sur, darán lugar a lo que el FMI llamó una recolocación de activos. No es otra cosa que flujos de capital de corto plazo, también llamados inversión de portafolio, que se desplazarán de los países industrializados hacia naciones en desarrollo en que los rendimientos esperados por los gestores de esos capitales resulten atractivos. Aquí es donde entran en la escena países latinoamericanos que como México, Brasil, Perú, Chile y Argentina, se han contado entre los mayores receptores de capitales de corto plazo, junto con naciones de Asia y el centro de Europa.
LOZANO VARGAS NANCY

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