Perfume de Violetas. ¡Nadie te oye!

Una película del llamado “Nuevo cine mexicano” que como ya lo he mencionado en otra publicación, ahora refleja situaciones reales de nuestro país, teniendo a veces, una crítica de fondo. Recordando escenas como la incorporación a otra escuela secundaria de Yessica, la violación por parte del amigo de su hermano y los constantes regaños de su madre, podemos observar que lo que se intento proyectar son problemáticas como violencia escolar y el machismo. El lugar en el que habita Yessica y en donde se encuentra su escuela, así como la situación familiar en la que se ve sumida, esbozan la escasez de recursos, la indiferencia y la ignorancia.

Sin embargo, enfocándonos al entorno social de las protagonistas Yessica y Miriam, además de percibir la situación en la que viven mucha gente con falta de recursos, podemos identificar principalmente las diferencias de género que se viven en nuestro país las cuales son muy recurrentes y peor aún, muy encubiertas; esto último lo refleja el silencio de Yessica ante la violación que sufre. Así mismo, el trato entre ella y su hermano permiten observar otra de las diferencias de género, expresándose en un machismo legitimado por la madre de Yessica, ya que los constantes malos tratos hacia ella por parte de esta, lo describen perfectamente.

Respecto al entorno escolar en donde se desarrolla la película, pude identificar que se esbozó un sistema educativo deficiente y con falta de recursos. Un entorno en el que la burla aludiría al hoy conocido concepto “bullying”, al que Yessica resiste con violencia y apatía hacia sus compañeros a acepción de Miriam, la niña tímida y seria que encuentra en la personalidad de Yessica una forma de salir de su anonimato ante los demás. Desafortunadamente visualizamos que dicha amistad no llego a consolidarse debido a los diversos engaños que sufre Miriam por parte de Yessica.

Sin embrago, a pesar de los distintos aspectos que se abordaron en la película, ya sea de una manera buena o mala, solo sé que el estudio de dichas situaciones son mucho más importantes para un estudio realmente exhaustivo, que para reflejarse simplemente en la pantalla y concluir con una escena final que nos deja una vez más en la incertidumbre. 

Thelma Amaya Hernández