lunes, 6 de diciembre de 2010

Las Competencias y la Educaciòn Preescolar

UNIVERSIDAD AUTONOMA METROPOLITANA
Alumna: Lugo Garcìa Yael
Prof.: Janette Gòngora
Ensayo Final

Tema: Las Competencias y la Educación Preescolar
Planteamiento del Problema: ¿Cuál es la influencia de las “competencias” en el Programa de Educación Preescolar?
Delimitación: Las Competencias como método en el proceso de enseñanza-aprendizaje  en el  Programa de Educación Preescolar  2004.
Justificación: Retomo la educación preescolar porque es el inicio de la educación básica que el gobierno estableció desde 1993 y que ratifico en noviembre del 2002 mediante la reforma a los artículos 3o y 31o de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que establece la obligatoriedad de la Educación Preescolar; en consecuencia la educación básica comprende actualmente 12 grados.
Trataré la educación preescolar como un problema social, porque me parece que el sistema educativo mexicano está determinado por sectores sociales que al acceder al control político imponen un proyecto, haciéndolo pasar como un proyecto de nación común, respondiendo a los intereses del pueblo y que a pesar de reformas y objetivos diferentes, ha presentado un constante retroceso.
Objetivo General: Conocer la influencia del sistema enseñanza-aprendizaje “Competencias”, en el Programa de Educación Preescolar, para entender en qué medida se reproducen en el transcurso de la educación Básica y en la vida laboral.
Objetivo Particular:
*Conocer el término competencias
*Conocer que es educación
*Conocer el Programa de Educación Preescolar 2004
*Conocer las reformas educativas importantes
*Conocer la labor del maestro desde la perspectiva del intelectual orgánico.


 Historia
La educación preescolar en sus inicios surgió como un espacio de cuidado y entretenimiento de los niños, carentes de metas y contenidos educativos; esta forma de concebir a la educación preescolar se ha modificado con el paso de los años.
Los años posteriores a la independencia de México no se tienen noticias sobre la existencia de instituciones dedicadas a la atención de los niños pequeños. Pero los primeros esfuerzos dedicados a la atención de los niños menores de 4 años se dieron en 1837, cuando en el heraldo del volador se abrió un local para atenderlos y junto con “la casa de asilo de la infancia” fundada por la emperatriz carlota en 1865.
Los lineamientos pedagógicos de la educación preescolar iniciaron con la propuesta del profesor Manuel Cervantes Imaz quien, retomando ideas de Pestalozzi y Froebel, planteó la necesidad de prestar atención específica a los niños menores de seis años, así que en 1884 en el D.F. se estableció una escuela.
El presidente Porfirio Díaz tenía la idea de extender la educación a todo el país, pero en la realidad, esta solo quedaba reducida a una minoría.
En esta época durante el gobierno de Porfirio Díaz las condiciones económicas, sociales y de vida de las mayorías era cada vez más difíciles, aunque se pretendía mantener una imagen de estabilidad y orden, de modernidad, riqueza y verdad.
A pesar de que los jardines de niños se abrían paso poco a poco, eran considerados como un lujo en el país, en el que aun no se cubrían las necesidades más apremiantes de la educación.
En 1908 el consejo superior de educación pública acepto que los jardines de niños pasaran a depender del ministerio de gobernación.
Durante el gobierno de Madero en 1910, dentro de la política educativa se propuso que la educación adquiriese un carácter popular ya que durante el porfiriato la educación estaba orientada hacia las clases dominantes y existía en el país un analfabetismo alarmante.
Francisco I. Madero se preocupo de la educación y de la instrucción para el pueblo, porque ello permitiría la implantación de la libertad y la democracia en México.
Hacia enero de 1914 se publicó una ley que se relacionaba con estos planteles donde se considero que la educación que se impartía en ellos tendría por objeto el desenvolvimiento armónico de las buenas cualidades de los niños. Se hablaba de cuestiones físicas, morales e intelectuales, se tomaba en cuenta la corrección de sus defectos físicos, psíquicos y sociales, se enfatizaba en la necesidad de despertar el amor a la patria y en ser neutral en lo que se refería en creencias religiosas.
En 1915 se permitió el establecimiento de escuelas particulares, aunque siempre con apego a las leyes establecidas.
En 1916, los jardines de niños estuvieron supervisados por inspectoras de escuelas primarias.
En el artículo 3ero de la Constitución de 1917, se ratifico el carácter laico de la educación impartida por el Estado y la reglamentación de la enseñanza primaria impartida por particulares; se prohibió a las corporaciones y a los ministros de cultos religiosos establecer o dirigir escuelas. La educación preescolar se sustenta legalmente en éste artículo, en el cual se señalan los principios que rigen a estas escuelas, algunos de ellos son: el desarrollo armónico de todas las facultades del ser humano, el conocimiento científico, el amor a la patria, la justicia, la conciencia social, la democracia, la independencia, la igualdad, etc.[1]
En la segunda década del siglo XX se comenzó con un proceso de institucionalización, se creó entonces en 1921 la SEP, que sustituyó a la Secretaria de Instrucción Pública y Bellas Artes. Se cambio el concepto de instrucción por el de educación, que pretendía fabricar el alma del educando y desarrollar al máximo sus potencialidades intelectuales, pero también humanas, así, la educación preescolar fue definiendo sus objetivos y sistematizando el proceso enseñanza-aprendizaje.[2]
Durante el sexenio de Plutarco Elías Calles la preocupación por llevar los jardines a barrios alejados y marginados de la ciudad de México comienza a materializarse.
En el año de 1928 fue creada la Inspección General, donde se presentó un proyecto para los Kindergarten donde se hablaba de la necesidad de que en éstas instituciones se formaran niños netamente mexicanos, saludables, alegres, espontáneos y unidos. Se trataba de formar seres laboriosos, independientes y productivos.
En 1931, se elevó la Inspección General de Jardines de Niños al rango de Dirección General. Al buscar la democratización de estas escuelas algunas se establecieron en los lugares más pobres de la Ciudad.
Para 1932 ya existía el servicio del jardín de niños en toda la ciudad, incluso algunos fueron ubicados en delegaciones lejanas para atender a niños campesinos.
En 1937 se crea el Departamento de Asistencia Infantil. La educación preescolar deja de pertenecer a la SEP.
El presidente Cárdenas en 1937 decreto que la educación preescolar quedará adscrita a la Dirección de Asistencia Infantil, misma que en 1938 paso a ser la Secretaría de Asistencia Social.
En 1940 las educadoras normalistas elaboraron un documento dirigido hacia al presidente Ávila Camacho donde se argumentaba que la Educación Preescolar va dirigido a niños sostenidos por la tutela familiar, y que aquellos que requieren la del Estado deberían seguir atendidos por la Secretaría de Asistencia Pública (SAP).
El jardín de niños se definió, como una Institución “eminentemente educativa” creada para atender a niños cuyas necesidades básicas están satisfechas.
Por su parte el presidente Ávila Camacho traslado en 1941, dicho nivel escolar a la Secretaría de Educación Pública creándose el Departamento de Educación Preescolar. En ese mismo año se formó una comisión que reorganizaría los programas relacionados con salud, educación y recreación.
El Secretario de Educación Pública Torres Bodet, consideraba que a pesar de que la educación de los niños era tarea primordial de la madre, en muchas ocasiones no tenían ni el tiempo ni la preparación para atender correctamente a sus hijos. De aquí la necesidad de que el Estado las auxiliara por medio de la Educación Preescolar.
Fue por ello que la Secretaría de Educación Pública hizo grandes esfuerzos para mejorar las instalaciones de estos planteles y equiparlos con el mobiliario y el material didáctico que respondiera mejor a sus necesidades.
Miguel Alemán también se preocupo por el avance del preescolar. Fue entonces cuando la Dirección General de Educación Preescolar se oriento a preparar educadoras en todo el país. Para este fin se utilizo como medio la radio, a través de programas diarios que deberían desarrollas las maestras con los niños. Al finalizar el sexenio de Alemán había en toda la República 898 jardines de niños:
Adolfo Ruiz Cortines (1952-1958) otorgo a los jardines de niños más importancia desde el punto de vista técnico que desde el económico. El resultado fue que los planteles aumentaron a 1132 en todo el país. Incluso en 1957, se celebró en México el Congreso de la Organización Mundial para la Educación Preescolar (OMEP).
En el informe presidencial 1957-1958, se habla ya del servicio de 6 “guarderías infantiles” para hijos de empleados administrativos y de maestros.
El sexenio de Adolfo López Mateos (1958-1964) se distinguió por su preocupación por mejorar la educación pública, y la enseñanza del preescolar no fue la excepción.
Durante el sexenio de Luis Echeverría (1970-1976). Se logro reestructurar los planes de trabajo con base en las más modernas corrientes psicopedagógicas, aplicándolas a las características de cada región.
En el sexenio de López Portillo se dio prioridad a la Educación Preescolar estableciéndose la meta de ofrecer un año de Educación Preescolar o su equivalente al 70% de los niños de cinco años, carente de este servicio.
Durante el gobierno del Presidente Vicente Fox Quesada (2001-2006), se han dado una serie de cambios a la Constitución Política Mexicana así como la creación de nuevas reformas dentro de las cuales se establece la obligatoriedad de este nivel.
La Reforma Educativa:
1O.- Proporcionar elementos pedagógicos para que se estimule en los niños sus capacidades cognoscitivas, el desarrollo de sus habilidades psicomotrices y se favorezca sus socialización.
2O.- Reducir los índices de deserción y reprobación en la escuela primaria y secundaria.
3O.- Elevación de la calidad educativa, manifestándose en los resultados del proceso en toda la carrera escolar hasta el nivel superior.
4O.- Impulsar la equidad educativa reduciendo desventajas de los escolares que ingresan a la primaria, con 1, 2 o ningún grado de Educación Preescolar cursado con respecto a los que tienen la oportunidad de cursar hasta tres años de este nivel.
5O.- Apoyar a las madres que se ven en la necesidad de dejar a sus hijos, ya sea dentro o fuera de los procesos institucionales, al cuidado de las personas poco aptas para favorecer el desarrollo armónico de la personalidad del niño.[3]


[1] La Misión del Sistema Educativo Mexicano: Tres Reformas Profundas.
[2] Ibídem.
[3] pdba.georgetown.edu/.../mexico/mexico2004.html

Marco Teórico

Comenzaré por definir educación desde una perspectiva gramsciana de una manera muy general como el proceso multidireccional por el que se transmiten conocimientos, costumbres, valores y formas de actuar.

Para Durkheim la educación es un proceso de adquisición de normas de conducta, de habilidades, de conocimientos y de información que ayudan a modelar la conducta humana.[1]
También para Gramsci el propósito central de la labor educativa es la creación de la cultura proletaria. En esta forma se intenta constituir una homogeneidad del interés común entre las masas y los intelectuales, en una misma concepción del mundo que es preciso reconstruir con base en la educación. Por ello el intelectual debe sostener una relación maestro-alumno, donde: “Cada maestro es siempre un alumno y cada alumno un maestro.” Esta relación debe extenderse a todas las relaciones sociales convirtiéndose al conjunto social en una gran escuela, por decirlo así, donde pueda surgir el verdadero progreso de las masas, y no sólo de un escaso grupo de intelectuales, como hasta ahora ha sido el caso.[2]

El siguiente concepto importante es el de Intelectual Orgánico, que retomo por ¿cómo debería ser el papel y el objetivo perseguido por los pedagogos en la educación preescolar?

Intelectual Orgánico: Es el elemento pensante que organiza una clase social particular. Estos intelectuales no se distinguen por su profesión, que puede ser un trabajo cualquiera, se caracterizan por su función de dirigir las ideas y las acciones políticas de la clase a la cual se insertan.[3] ¿Cómo es el intelectual? Es un producto social superior, caracterizado por cierta capacidad dirigente y técnica.[4]

Gramsci pretende una creación de un “nuevo intelectual” por medio de la educación, usando como herramienta al intelectual orgánico. Con éste término se refiere al individuo que logre hacer una crítica y consiga un proceso de la concepción del mundo adquirido a partir de su clase, y así pueda modificar su relación social con el mundo. El nuevo intelectual quien este insertado en la vida práctica, como constructor y organizador, que lleve siempre una acción permanente.

Entonces, el maestro tiene la responsabilidad de motivar  la creación de un nuevo hombre que su saber no sea enciclopédico, donde es visto como un recipiente para amontonar datos, el educador debe practicar una pedagogía que organice y discipline el yo interior, la apropiación de la personalidad y la conquista de la conciencia superior por la cual se llega a comprender la función en la vida, los derechos y los deberes que a cada uno de nosotros le corresponde.[5]

La fuerza de la educación radica en capacidades intelectuales y artísticas puestas al servicio de la sociedad…[6]

Competencias

El programa y la Secretaria de educación Pública, definen competencias como:
“Conjunto de capacidades que incluye conocimientos, actitudes, habilidades y destrezas que una persona logra mediante procesos de aprendizaje y que se manifiestan en su desempeño en situaciones y contextos diversos.” [7]
El objetivo es propiciar que la escuela se constituya en un espacio que contribuya al desarrollo integral de los niños, mediante oportunidades de aprendizaje.
La selección de competencias que incluye este programa se sustenta en la convicción de que los niños ingresan a la escuela con un acervo importante de capacidades, experiencias y conocimientos que han adquirido en los ambientes familiar y social en que se desenvuelven, y de que poseen enormes potencialidades de aprendizaje. La función de la educación preescolar consiste en promover el desarrollo y fortalecimiento de las competencias que cada niño posee. El trabajo sistemático para el desarrollo de las competencias se inicia en el Jardín de Niños.
Centrar el trabajo en competencias implica que la educación busque, mediante el diseño de situaciones didácticas que impliquen desafíos para los niños y que avancen paulatinamente en sus niveles de logro para aprender más de lo que saben acerca del mundo y para que sean personas cada vez más seguras, autónomas, creativas y participativas.
Las Competencias para Heidegger:
… se le concibe a las competencias como una estrategia que se apoya fundamentalmente en el análisis de tareas, a partir de la cual se busca determinar las etapas puntuales en las que se debe formar a un técnico medio…[8] la competencia se define por una serie de actos observables para quien la supervisa en el que se ponen en práctica aptitudes y habilidades. Los sujetos sometidos al entrenamiento laboral poseen aptitudes diferenciadas para conseguir habilidades en la ejecución de las tareas. Esta diferencia se refleja en la adquisición de destrezas por parte de algunos que realizan un desempeño superior…[9]
Otra definición que se propone en Heidegger es:
…competencia como una capacidad de actuar de manera eficaz en un tipo definido de situación, capacidad que se apoya en conocimientos pero no se reduce a ellos.[10]
El Programa de Educación Preescolar, además de preparar a los niños para una trayectoria exitosa en la educación primaria, ejerce una vida duradera en su vida personal, profesional y social.
La finalidad principal es propiciar que la escuela se constituya en un espacio que contribuye al desarrollo integral de los niños, mediante oportunidades de aprendizaje que les permitan integrar sus aprendizajes y utilizarlos en su actuar cotidiano con eficacia y eficiencia.

Programa de Educación Preescolar 2004
El programa de educación preescolar pretende primeramente superar la visión que minimiza la función de la educación preescolar al considerarla como un espacio de cuidado y entretenimiento de los niños, carente de objetivos, con actividades sin intención educativa alguna, cuyo único sentido es mantener ocupado y en orden al grupo escolar.
Objetivo: reconocer los rasgos positivos de este nivel educativo, despertando el interés de los alumnos en actividades que les permitan avanzar en el desarrollo de sus competencias y asume como desafío la superación de aquellos que contribuyen escasamente al desarrollo de las potencialidades de los niños.
El programa está organizado a partir de competencias, centradas en campos formativos, que son seis, cada campo ayudara a desarrollar un aspecto de la vida social de niño.

Campos Formativos
Aspectos en que se organizan
Desarrollo personal y social
Identidad personal y autonomía.
Relaciones interpersonales.
Lenguaje y comunicación
Lenguaje oral.
Lenguaje escrito.
Pensamiento matemático
Número.
Forma, espacio y medida.
Exploración y conocimiento del mundo
Mundo natural.
Cultura y vida social.
Expresión y apreciación artística
Expresión y apreciación musical.
Expresión corporal y apreciación de la danza.
Expresión y apreciación plástica.
Expresión dramática y apreciación teatral.
Desarrollo físico y salud
Coordinación, fuerza y equilibrio.
Promoción de la salud.

Cuadro: Campos formativos[1]

Los campos formativos están creados y divididos para que sean aplicables a la vida adulta sentimental, social y laboral.
Se establece una práctica constante de las competencias dentro de los campos formativos, no solo en la escuela, también en casa, con la finalidad de que el niño recuerde e incorpore los conocimientos nuevos a su vida cotidiana, durante el resto de su vida.[1]
Se entiende entonces a las competencias en los campos formativos, como la capacidad que alcanza el niño, de utilizar el saber adquirido para convertirlo en un saber hacer.
El desarrollo del aprendizaje de los niños, se logra por medio del juego, porque se piensa como un impulso natural que tiene manifestaciones y funciones múltiples. El juego va desde una actividad individual, pasando por una actividad en parejas y finalmente hasta llegar a los juegos colectivos.
Se propone dentro de los juegos una participación equilibrada de niños y niñas, pues uno de los propósitos del programa es fomentar la democracia y la equidad, aunque más adelante  menciona a la escuela como espacio de socialización, donde los niños y las niñas aprenden y asumen formas de ser, de sentir, y de actuar, de acuerdo con su género, se interiorizan ideas y pautas de conducta particulares que la familia espera de ellos de acuerdo con su sexo.
En este programa se centra el interés en las capacidades de los niños, en la variedad de formas en que estas capacidades se manifiestan y en los diversos niveles de dominio que de ellas pueden existir entre niños de una misma edad. Los avances que logran los alumnos en cada una de estas competencias se manifiestan al actuar en situaciones reales de la vida escolar o extraescolar, se entrena al niño para que en el futuro reaccione de acuerdo a las circunstancias con eficacia.
Este concepto de competencias con respecto a la educación, como ya vimos nos remite a Heidegger, que te presenta el proyecto Alfa Tuning; educación de calidad y competencia.
El proyecto tiene el objetivo de capacitar al educando para “saber hacer”. Produce  personas empleables, cuando el fin debería ser el “saber ser”.
Heidegger busca una filosofía crítica y de análisis en el saber, donde la filosofía piense más allá del ente.
A pesar de que el proyecto alfa tuning fue pensado para la educación superior, con el fin de crear empleados, a nivel nacional ya se han implementado las competencias como la base de la educación mexicana, no solo ya en la educación superior, también en la educación básica, pública y privada.

Conclusiones
A partir de la lectura de los textos consultados podemos concluir que la escuela es una institución de dominio utilizada por elites en beneficio de pocos, Pero, me agradan los términos que usa Gramsci, proponiendo una revolución cultural sobre la educación, donde  los hombres son capaces de entender su mundo y transformarlo. Es por ello que todos los hombres son filósofos, un nuevo intelectual que se reinvente a partir de su contexto, lo que trae como consecuencia la posibilidad para todos  y no sólo para una clase elitista de hombres, los intelectuales profesionales, de ser filósofos, es decir, de poseer una concepción del mundo crítica que nos capacite para ser sujetos de la historia, y no objetos de ésta.

Vimos también que la pedagogía es un arma de dominio que está guardada por el grupo que posee el poder político. Surge entonces la necesidad de crear una educación libertadora que nos permita crear una propia visión del mundo, donde estemos ubicados como coocreadores del mismo. Es por eso que creo que el problema de la educación constituye el máximo problema social, pues la educación se ve como una relación de dominio.

La educación que se propone no es la educación que hace reformas educativas para un papel, es la educación que posibilite una reforma intelectual y moral.

Bibliografía
Broccoli, Angelo. Antonio Gramsci y la Educación como Hegemonía. Editorial Nueva Imagen, S. A. México, 1977.
La Misión del Sistema Educativo Mexicano: Tres Reformas Profundas.
Personal Académico de la Dirección General de Normatividad de la Subsecretaria de la Educación Básica y Normal de la SEP. Programa de Educación Preescolar 2004. Primera edición 2004,  México, D.F.
                                                                                                         
Saéz Arreceygor Hugo, Heidegger y las Competencias.


Páginas web
Gramsci Antonio. La formación de los intelectuales de “Los intelectuales y la formación de la cultura”. juventud.psuv.org.ve/.../la-formación-de-los-intelectuales-Gramsci.

pdba.georgetown.edu/.../mexico/mexico2004.html







[1] Ibídem. pp. 33.



[1] Personal Académico de la Dirección General de Normatividad de la Subsecretaria de la Educación Básica y Normal de la SEP. Programa de Educación Preescolar 2004. Primera edición 2004,  México, D.F. pp. 48.



[1]Saéz Arreceygor Hugo, Heidegger y las Competencias. pp. 3.
[2] Gramsci Antonio. La formación de los intelectuales de “Los intelectuales y la formación de la cultura”. juventud.psuv.org.ve/.../la-formación-de-los-intelectuales-Gramsci.


[3] Ibídem.
[4] Ibídem.
[5]Broccoli, Angelo. Antonio Gramsci y la Educación como Hegemonía. Editorial Nueva Imagen, S. A. México, 1977.

[6] Saéz Arreceygor Hugo, Heidegger y las Competencias. pp. 16.
[7] Personal Académico de la Dirección General de Normatividad de la Subsecretaria de la Educación Básica y Normal de la SEP. Programa de Educación Preescolar 2004. Primera edición 2004,  México, D.F. pp. 22.
[8]Saéz Arreceygor Hugo, Heidegger y las Competencias. pp. 9.
[9] Ibídem. pp. 10
[10] Ibídem. pp. 11.

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