Lo cierto es que, debido a su organización, la disposición de las salas y de sus contenidos, además de su carácter, en ciertas partes, didáctico se podría considerar uno de los más bastos y mejores museos de México. Es un conjunto verdaderamente completo de información y explicaciones, teniendo en cuenta la dificultad que reviste el mostrar y explicar el mundo antiguo y sus procesos evolutivos anteriores a la conquista española, hasta nuestros días, las diversas culturas prehispánicas (aztecas, mayas, totonacas, zapotecas, etc.). Cuenta de igual forma con un gran acervo cultural que ha ido acrecentándose gracias a la participación de antropólogos mexicanos y extranjeros y de investigadores sociales.
En tono de recomendación, la visita habrá que hacerla con cierta paciencia porque la extensión del museo es bastante amplia y sobre todo intensa en cada paso.
Sin más que decir, la visita en todo su esplendor fue densísima y sólo me quedó una sensación por lo demás generalizada; hay que acudir al museo en repetidas ocasiones para disfrutarlo aún más y empaparse mejor de todo el conocimiento que contiene. Puesto que en cada visita se encuentra con algo nuevo o algo captado de diferente manera y desde otras latitudes.
MAU
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